¿Por qué usar pilas de combustible e hidrógeno?

Energía de hidrógeno

Las celdas de combustible se pueden considerar como dispositivos de energía alternativa que desbloquean el poder del hidrógeno. Convierten la energía química en energía eléctrica. Las celdas de combustible de hidrógeno hacen esto de manera muy limpia, sin emisiones tóxicas y con una alta eficiencia. Las tecnologías de hidrógeno y celdas de combustible tienen muchas aplicaciones potenciales de energía limpia, desde hacer funcionar nuestros vehículos, energizar nuestros teléfonos celulares y computadoras portátiles, hasta calentar nuestros hospitales y hogares.

Las pilas de combustible no generan energía de la nada. Usan hidrógeno. El hidrógeno es un excelente portador de energía. El hidrógeno no es tóxico, es renovable, se obtiene fácilmente y está lleno de energía. Cuando se quema con oxígeno, se convierte en agua. Esta agua puede volver a dividirse en hidrógeno y oxígeno mediante electrólisis. El hidrógeno generado puede volver a quemarse, realizando así un ciclo ilimitado sin emisiones tóxicas

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Hidrógeno - energía sin combustión

Con una celda de combustible, se puede convertir el hidrógeno en corriente eléctrica sin combustión. Los combustibles fósiles se convierten en energía utilizable a través de la combustión. La energía liberada durante la combustión es inherentemente difícil de capturar e ineficiente. También produce dióxido de carbono, que no se puede volver a convertir fácilmente en un combustible utilizable. Un motor de combustión de combustibles fósiles en una planta de energía tiene una eficiencia de solo un 30 a 40%. Esto significa que convierte solo del 30 al 40% de la energía de los combustibles fósiles en energía utilizable (electricidad). Los motores de un automóvil son aún menos eficientes y alcanzan el nivel de 15 a 20% de eficiencia. ¿A dónde va el resto de la energía? Se escapa en forma de calor, vibración y ruido.

Por otro lado, las celdas de combustible pueden operar con una eficiencia del 40 al 65%. Esto significa que pueden convertir del 40 al 65% de la energía contenida en el hidrógeno en electricidad.

El desarrollo de tecnologías y productos de hidrógeno y pilas de combustible en todo el mundo mejorará el aire que respiramos, garantizará una energía segura y fiable, reducirá las emisiones que provocan el cambio climático y creará puestos de trabajo altamente cualificados.